miércoles, 24 de junio de 2015

Los viajecitos de estudio al extranjero



Los viajecitos de estudio al extranjero

Dr. Percy C. Acuña Vigil


El otro día escribía sobre cómo estamos viviendo con los valores totalmente equivocados y hoy día encuentro  una confirmación de esta grave situación precisamente en el campo de la enseñanza de la arquitectura.

Ocurre que la moda en algunos de los centros privados de enseñanza es irse de viaje al extranjero dice que en plan de estudio a mitad de los estudios. En realidad esta manía no tiene ningún valor académico, puede realizarse en cualquier entorno y en cualquier momento. Depende de la billetera de quien financia el viajecito.

Otra cosa sería si se promoviese la visita al Perú profundo. Otra cosa sería viajar con programas de apoyo a nuestras comunidades, a tantos lugares que requieren del apoyo de nuestros estudiantes, sin embargo esto no existe. Los estudiantes de arquitectura no tienen ninguna obligación con su país. Esto no es negocio, esto no vende.

Peor aún los estudios están orientados precisamente a donde no interesa. ¿Qué sucede con las tecnologías apropiadas?, ¿Qué sucede con el conocimiento del contexto?, ¿qué sucede con el conocimiento de los requerimientos tecnológicos que se aprenden en el campo?,  ¿Que sucede con el conocimiento del propio país?

¿A que se va de viaje un estudiante cuando todavía no está formado? ¿Cuándo no ha cubierto las etapas mínimas de formación? Simplemente es una actividad extra curricular más desprovista de sentido, como irse al cine o a la discoteca.

Sin embargo se vende la idea y se parte de la falsa premisa de que afuera se encuentra la verdad.

Deslumbrado por esta aparente verdad el estudiante presionado por sus docentes busca los medios para salir e irse a buscar la verdad.

El drama se encarna al regreso, cuando el alumno se da cuenta de que sólo fue un viaje lúdico, y perdió tiempo de preparación y de formación.

Lo usual es viajar para consolidar estudios, se viaja luego de haber intentado una tesis, luego de haber intentado decir algo. Hoy por presión del consumo y por egos personales de los docentes que se sienten predestinados se fuerza estos viajes para suplir docencia. Se quiere suplir docencia y cátedra con los viajecitos que no son más que auto engaños a destiempo y fuera de lugar y de contexto.

Si solo ocurriese en los centros del negocio de la educación no nos importaría, sin embargo la modita ha llegado a los centros de enseñanza que están a cargo del Estado. Aquí se está presionando a los alumnos a irse de viaje a Europa o a Asia a mitad de carrera, obligando a los alumnos a invertir dineros que no tienen ni ellos ni sus familias.

Aquí si hay un peligro grave y una actitud de prepotencia académica que no debe proseguir y debe de actuarse sobre ella pues está creando marginación y diferencia académicas que la ley no permite.

Azuzando a los alumnos a que gasten lo que no tienen y a que imiten al jet set de la arquitectura de elite se está configurando una tendencia negativa y dañina solo para satisfacción de los egos personales y de grupete que son típicos de este sector de promotores del negocio de la arquitectura.

Es evidente que a falta de norte y de guía estas iniciativas de despilfarro y de desconocimiento de las más elementales reglas de enseñanza están contribuyendo aún más a construir un clima negativo e infeliz para nuestros estudiantes.



PAV//





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